El sector automovilístico es una rama fascinante de la electrónica. Gracias a las mejoras en la calidad y las técnicas de fabricación, un vehículo puede recorrer unas 200 000 millas (320 000 km), lo que significa que puede funcionar durante más de un década en condiciones ambientales excepcionalmente adversas, desde el calor del verano de Atenas, Grecia, hasta los gélidos inviernos de Kautokeino, Noruega.
Las baterías van a desempeñar un papel fundamental en el futuro de la energía y la movilidad sostenibles. Se necesitan paquetes de baterías de litio asequibles y de alta calidad, con diversas potencias en kWh, para alimentar vehículos que van desde las bicicletas eléctricas, los drones y los pequeños coches urbanos, hasta los grandes vehículos eléctricos, los camiones y los autobuses. Por otro lado, se necesitan conjuntos de baterías de gran tamaño, del tamaño de un contenedor, para el almacenamiento de energía en aplicaciones domésticas, comerciales y de servicios públicos, con el fin de aportar estabilidad a las redes de energía verde del futuro.