Las imágenes térmicas ayudan a identificar problemas del sistema eléctrico de automóviles

Resaltar diferencias de temperatura para identificar posibles fallos o puntos problemáticos

Por Jerry Beeney, director de desarrollo comercial estratégico de soluciones científicas de FLIR Systems, Inc.

El sistema eléctrico es el sistema nervioso central de un vehículo, que impulsa el rendimiento de varios componentes y funciones críticas. Garantizar su funcionamiento correcto y eficaz es importante en todos los niveles de las pruebas, la validación y la fabricación. Las diferencias de temperatura pueden indicar problemas en estos sistemas, por lo que muchos ingenieros, técnicos de pruebas y encargados de montaje utilizan la generación de imágenes de infrarrojos para identificar de forma rápida y sencilla posibles problemas eléctricos.

El sistema eléctrico impulsa el rendimiento de funciones y componentes críticos
Un vehículo de lujo medio utiliza aproximadamente 1500 cables que si se colocaran uno detrás de otro podrían llegar a alcanzar una extensión de aproximadamente 1,6 km. Estos cables utilizan cientos de conectores que deben hacer frente a posibles fallos cada vez que atraviesan un componente del vehículo o se conectan a él. Por ejemplo, una sola clavija doblada o rota en un conector de varias clavijas podría provocar un cortocircuito oculto. O un vehículo podría salir de la línea de montaje con un conector que no esté completamente conectado, lo que impediría que funcionase el circuito.

Los posibles puntos de fallo de estos cables, conexiones y empalmes hacen que sea esencial para los fabricantes de equipos originales (OEM) de automóviles identificar rápidamente cualquier problema para garantizar la entrega de un producto de calidad y el aprovechamiento al máximo del tiempo de actividad de la línea de producción.

Cuando los sistemas eléctricos fallan, suele deberse a uno de estos tres motivos:
1. Los componentes y las áreas que no deberían calentarse presentan un aumento de temperatura.
2. Los componentes que suelen calentarse experimentan un aumento o un descenso de la temperatura fuera de los límites típicos.
3. Los componentes y las áreas en los que debería aumentar la temperatura en condiciones normales no experimentan ningún tipo de salida de calor.

Aunque algunos fallos del sistema eléctrico pueden generar molestias sin importancia como, por ejemplo, un asiento con calefacción que deja de funcionar correctamente pocos meses después de la entrega, otros pueden tener consecuencias graves. Un fallo de seguridad del sistema importante puede poner vidas en peligro y provocar la retirada de una gran cantidad de vehículos. Por eso, es importante identificar fallos del sistema eléctrico al inicio del proceso de producción, ya sea en el nivel de componente o durante la instalación. La reparación de todo un vehículo antes del envío podría suponer para el fabricante un coste de miles de euros en materiales y mano de obra. Un fallo sistémico que afecte a varios vehículos podría aumentar exponencialmente los costes. El problema podría empeorar aún más debido al cierre de la línea de fabricación, lo que provocaría la pérdida de decenas de miles de euros cada minuto.

Opciones disponibles para supervisar y probar los sistemas eléctricos de automóviles
Los técnicos pueden probar y verificar los sistemas eléctricos de automóviles mediante diversos métodos, desde los más básicos a aquellos que usan tecnología avanzada. Las pruebas pueden reducirse a una sencilla comprobación del funcionamiento de las luces o la revisión de un sonido que se produce al encender o apagar un interruptor. En el caso de los sistemas de control climático del vehículo, el empleado puede escuchar o comprobar con la mano el movimiento de aire para asegurarse de que el ventilador se enciende cuando debe. Estos métodos no solo son bastante subjetivos, sino que no permiten a los técnicos a determinar el motivo principal de un fallo.



 La termografía permite a los ingenieros, los técnicos de pruebas y los encargados de montaje identificar de forma rápida y sencilla posibles fallos y problemas eléctricos en los sistemas eléctricos de automóviles.

De hecho, si se produce un fallo, puede ser extremadamente difícil identificar el motivo del problema o incluso reducirlo a un área o un subcomponente específicos. En la mayoría de los métodos de solución de problemas, se deben utilizar herramientas de prueba de circuitos, multímetros digitales u otros sistemas de diagnóstico que son bastante complejos o tardan demasiado tiempo en simplemente encontrar el problema.

Usar la termografía para solucionar de forma rápida y sencilla los problemas de los sistemas eléctricos
A diferencia de estos otros métodos, la termografía con una cámara de infrarrojos permite a los trabajadores identificar y diagnosticar problemas y fallos eléctricos en los sistemas eléctricos de automóviles a lo largo de todo el proceso de producción, desde el desarrollo hasta el montaje.

Las cámaras termográficas pueden mostrar de forma visual las diferencias de temperatura que suelen indicar un problema en un componente o un sistema eléctricos. Además, el uso de una cámara térmica permite realizar pruebas periódicas que se pueden registrar para analizarlas en el futuro. Puede proporcionar una vista integral del sistema y permitir al usuario centrarse en posibles áreas problemáticas más reducidas. Esto ayuda a los directivos y los ingenieros a comprender totalmente el motivo de la avería y cómo repararla rápidamente.



 Una cámara de infrarrojos permite resaltar diferencias de temperatura para ayudar a los usuarios a identificar posibles fallos o puntos problemáticos.

Tras utilizar una cámara térmica para identificar y evaluar con exactitud un posible fallo, los técnicos pueden utilizar un multímetro digital o un medidor de tenaza para realizar diagnósticos adicionales o análisis exhaustivos. Esto les permite solucionar rápidamente los problemas de un circuito eléctrico específico para identificar el motivo exacto del fallo.



 Una cámara de infrarrojos, como la FLIR T540, ayuda a los directivos y los ingenieros a comprender totalmente el motivo de una avería en el sistema eléctrico y cómo repararla rápidamente. Pueden utilizar un producto de prueba y medición como, por ejemplo, la FLIR CM275, para realizar un análisis más exhaustivo.

Una cámara termográfica, como la FLIR T540, ofrece varias características únicas de gran utilidad para la inspección de sistemas eléctricos en la línea de fabricación. El bloque óptico de la cámara puede girar 180° por completo, lo que permite a los usuarios obtener imágenes de los circuitos en espacios reducidos o de difícil acceso. El software opcional de cámara en modo macro funciona con la lente de 24° para capturar mediciones precisas de temperatura de objetivos pequeños de menos de 100 micrómetros. Esto permite a los inspectores obtener una visión general amplia de las características térmicas de todo el sistema y también capturar lecturas en circuitos más pequeños sin necesidad de cambiar las lentes. Otras opciones como, por ejemplo, el software de análisis, el almacenamiento en la nube y la conectividad Wi-Fi ayudan a agilizar el trabajo de inspección. Por último, aunque las cámaras térmicas generan una imagen de infrarrojos que se puede entender fácilmente, los inspectores deben tener la formación adecuada para interpretar las imágenes térmicas con todo detalle y exactitud. Muchas empresas invierten en cursos de formación de infrarrojos en el emplazamiento para los usuarios de las cámaras a fin de garantizar el uso adecuado de las herramientas y el rendimiento de su inversión en tecnología térmica.

Solucionar problemas eléctricos de forma rápida y sencilla con termografía
La termografía permite a los ingenieros, los técnicos de pruebas y los encargados de montaje identificar de forma rápida y sencilla posibles fallos y problemas eléctricos en los sistemas eléctricos de automóviles. Este tipo de inspección visual puede ahorrar una gran cantidad de tiempo y generar acciones correctivas que se implementen más rápido que con los métodos tradicionales.

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